EL
MONOPOLIO DE LAS TELECOMUNICACIONES Y SUS EFECTOS NOCIVOS PARA LAS PYME
Las tecnologías de la información y las
comunicaciones (TIC), en particular las soportadas por el internet, incluyen una
amplia gama de servicios que tienen un impacto crucial en el desarrollo de las
PYMES. El gobierno como ente regulador debe garantizar que el mercado ofrezca
el precio más bajo posible y la mejor calidad. Sin embargo, durante los últimos
10 años, el desarrollo de ésta industria ha estado encaminado hacia la creación
de monopolios privados que no han podido ser regulados y han generado precios
exorbitantes y calidad deficiente.
Antonio
Ca' Zorzi[1],
clasifica los usos de las tecnologías de la información en genéricos y
particulares. El primer uso se concentra en la comunicación escrita (e-mail,
SMS, chat), la comunicación audiovisual (Telefonía fija, móvil),
almacenamiento y distribución de documentos de la empresa y la búsqueda de
información en Internet. Los usos particulares incluyen aquellos que dan
solución a procesos internos del negocio, como las aplicaciones que facilitan
la gestión financiera, las aplicaciones que sirven para el desarrollo de
prototipos y manufacturas, así como las aplicaciones que
permiten gestionar los stocks y planificar el suministro.
Uno de los usos más importantes de las TIC por las PYME es la promoción de servicios y productos.
La web es la mayor vitrina del mundo y un punto de contacto con potenciales
clientes. De particular importancia es que en todo el hemisferio las compras
estatales están incorporando el uso de plataformas virtuales. Siendo el Estado el mayor consumidor de bienes y servicios, el manejo por parte
de las PYME de estas plataformas, es indispensable para ganar acceso al
mercado de compras estatales nacionales e internacionales.
De igual forma, las
TIC son importantes en el comercio exterior ya que la tecnología
permite procesar rápidamente documentación de aduanas para certificar origen y
calidad de productos[2].
Muchas veces una documentación completa y verificable es un requisito para
acceder a grandes mercados. Hoy en día estos procedimientos son casi siempre
basados en una plataforma sobre Internet.
El
proyecto TRZ.AR (Nuevas Tecnologías para el desarrollo de PYMES en Exportación
de Carnes) en Argentina es un emblemático ejemplo del uso de las TIC en el
comercio internacional. El objetivo principal del programa fue el uso de la tecnología para la identificación y registros de animales. De esta forma, los pequeños
ganaderos podían agregar valor a su producto y eventualmente venderlo a los
nichos de alto valor como la Unión Europea, ya que la trazabilidad es requisito
necesario para exportar allí. Los beneficiarios del programa mostraron una
mayor rentabilidad al haber podido acceder al mercado Europeo, una reducción del stock ganadero, expansión del empleo calificado y mejoras en sanidad animal, comercialización y registros[3].
El
uso de las TIC también ha tenido un desarrollo especializado por sectores. Por
ejemplo en la agricultura, sistemas de relevamiento meteorológico monitorean y
prevén eventos climáticos. Esto permite que la agricultura de precisión ajuste las prácticas de cultivo a sus necesidades.
La
importancia creciente del uso de las TIC hace que las
empresas sean ávidas consumidoras de servicios de banda ancha y telefonía.
Estos recursos se convierten en insumos importantes para el desarrollo de las
pequeñas y medianas empresas de servicios, manufactureras, agrícolas y de
tecnología. Por tanto, el Gobierno, como ente regulador, debe garantizar costos bajos y calidad creciente. Sin embargo, la administración de este importante
recurso se ha reducido al lucro de empresas privadas en detrimento del acceso y
la calidad del servicio.
Bajo
el supuesto económico que indica el perjuicio de los monopolios para la
prestación de servicios de telecomunicaciones, una de las empresas más prometedoras del país, TELECOM,
fue liquidada. Actores privados entraron en el mercado de las telecomunicaciones y la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) se creó
con el principal objetivo de impedir que se crearan monopolios privados. Sin
embargo, lo que se ha visto es
una captura de la CRC por parte de sus “regulados” que se ha extendido hasta el
Ministerio y la Superintendencia de Industria y Comercio[4].
La empresa Claro llegó a tener el 62% del
mercado de telefonía móvil celular, seguido por Movistar con el 24%. A fines del 2012 la Contraloría General presentó un informe que criticaba la poca inversión en
infraestructura para mejorar la calidad del servicio por parte del oligopolio
Claro-Movistar y la inacción del Ministerio para exigirla[5].
La falta de inversión en tecnología se explica por las consecuencias de un mercado con unas pocas empresas en posición dominante y una pésima regulación estatal. En competencia se
espera que los múltiples oferentes en el mercado se tecnifiquen para reducir sus costos y
ofrecer precios más bajos. Sin competencia, la empresas que controlan el mercado no tiene incentivos para invertir en la reducción de sus costos y el mejoramiento de su calidad.
En el mundo entero la legislación ha liquidado monopolios o desconcentrado mercados, por sus consecuencias perversas en el establecimiento de precios altos . En Estados Unidos el gobierno disolvió el monopolio de la standard oil company y de AT&T. En Colombia también se previene el monopolio en el campo de la generación eléctrica con la limitación de no generar más del 25% en el mercado. Se calcula que mantener la concentración del mercado en las telecomunicaciones le ha costado al país alrededor de US2.565 millones al año en perdida de bienestar social[6].
En el mundo entero la legislación ha liquidado monopolios o desconcentrado mercados, por sus consecuencias perversas en el establecimiento de precios altos . En Estados Unidos el gobierno disolvió el monopolio de la standard oil company y de AT&T. En Colombia también se previene el monopolio en el campo de la generación eléctrica con la limitación de no generar más del 25% en el mercado. Se calcula que mantener la concentración del mercado en las telecomunicaciones le ha costado al país alrededor de US2.565 millones al año en perdida de bienestar social[6].
Es absurdo pensar que un poder económico multinacional, el señor Carlos
Slim, dueño de la empresa Claro, pueda ser frenado por las débiles instituciones regulatorias Colombianas. Es necesario, garantizar la competencia en el mercado de las
telecomunicaciones con acciones que apunten a desconcentrar el mercado y no simplemente a disimular una supuesta competencia entre tres oferentes.
Se intentó dar una solución al problema en mayo de 2013 con la ley antimonopolio que buscaba establecer “los mecanismos de la intervención del estado para garantizar la competencia en los mercados de servicios móviles de telecomunicaciones de voz, datos y complementarios” sin embargo, el proyecto de ley se archivó en el congreso y no ha vuelto a ponerse la situación en la mesa.
Se intentó dar una solución al problema en mayo de 2013 con la ley antimonopolio que buscaba establecer “los mecanismos de la intervención del estado para garantizar la competencia en los mercados de servicios móviles de telecomunicaciones de voz, datos y complementarios” sin embargo, el proyecto de ley se archivó en el congreso y no ha vuelto a ponerse la situación en la mesa.
Otro punto álgido en el debate es el control por el recurso que mueve la industria de las TIC, el espacio electromagnético, que es propiedad de todos los colombianos. En junio de 2013 el gobierno adelantó una nueva subasta de espacio electromagnético que buscaba introducir la nueva tecnología 4G y ampliar los oferentes. Haciendo caso omiso a las advertencias de concentración de mercado y la necesidad de revisar los contratos de las compañías dominantes (Sentencia C-555/2013), el gobierno adelantó la subasta sin ningún tipo de medidas preventivas. De acuerdo a la Contraloría General de la Nación, fue una subasta asimétrica que sacrificó la maximización de ingresos para la nación y no incrementó la competencia del sector. La Contraloría sostiene que, en principio, se conservó el tripolio establecido en las telecomunicaciones de Colombia, de CLARO, MOVISTAR y TIGO [7].
La entidad critica la insistencia de los operadores por una mayor asignación de espectro electromagnético antes de realizar
inversiones tecnológicas que permitan un uso más eficiente del recurso ya asignado. Esto se auspicia por la subvaloración del espacio radioeléctrico concedido, lo que provoca que sea más barato conseguir un mayor espacio radioeléctrico que invertir en nueva infraestructura para aprovechar el espacio concedido.
De esta forma, la creciente necesidad de acceso al servicio de internet y telefonía móvil, aunada a la falta de inversión en tecnología e infraestructura por parte de los operadores ocasiona el deterioro de la calidad de los servicios. La Contraloría identifica como causas principales, la debilidad institucional en hacer cumplir los indicadores de calidad y la subvaloración histórica del espacio radioeléctrico.
De esta forma, la creciente necesidad de acceso al servicio de internet y telefonía móvil, aunada a la falta de inversión en tecnología e infraestructura por parte de los operadores ocasiona el deterioro de la calidad de los servicios. La Contraloría identifica como causas principales, la debilidad institucional en hacer cumplir los indicadores de calidad y la subvaloración histórica del espacio radioeléctrico.
Es lamentable la desidia del
gobierno en uno de los recursos más importantes para el desarrollo de las
pequeñas y medianas empresas del país. El servicio de las telecomunicaciones
tiene que mejorarse y expandirse, proceso que se entorpece por el monopolio
auspiciado por el Gobierno. Los organismos de control lo advierten, el
monopolio es la causa de la poca inversión en infraestructura que necesita el
país. Está inhabilitando el desarrollo tecnológico del sector de las TIC que es un impulso
necesario para la nueva economía digital. Es necesario que las PYME le sigan el
paso a la regulación del sector para exigir mayor inversión, mejor servicio y
precios competitivos.
[1]Antonio Ca’ Zarozi. Las TIC en el desarrollo de la PYME Disponible
en: http://pymespracticas.typepad.com/files/tic-y-pymes-en-al-final-2011.pdf
[2] Ver, Antonio Ca’Zarozi.
[3] Sebastián Galiani y Laura
Jaitman. El impacto del programa TRAZ.AR en la provincia de Santa Fe,
Argentina. Pag. 3. Disponible en: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getDocument.aspx?DOCNUM=36227572
[4]Libardo Espitia. ¿Trabaja el
ministro de las TIC para los monopolios? http://www.razonpublica.com/index.php/economia-y-sociedad/7117-las-comunicaciones-en-colombia-monopolios-privados-y-mal-servicio
[5]Libardo Espitia
[6] Juan Pablo Fernández. Hay que
romper el monopolio de las telecomunicaciones. Disponible en: http://cedetrabajo.org/wp-content/uploads/2012/11/comunicaciones.pdf
[7] Informe de resultados de actuación
especial de fiscalización, seguimiento a función de advertencia de mayo de
2013 Disponible en: http://www.contraloriagen.gov.co/documents/10136/186008126/022_AEF_SEGUIMIENTO_FADVERTENCIA_MINTIC.pdf/93bf22a5-8554-4291-bfcd-094a3189e475?version=1.0
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